martes, 20 de enero de 2009

El Viaje


La idea de viaje no es algo nuevo, ya que es un símbolo que, bajo diferentes formas, se encuentra en muy diversas tradiciones desde los tiempos más remotos. El viaje simboliza la experiencia de dejar lo familiar y lo conocido, e iniciar una travesía en búsqueda de algo que necesitamos o que intuimos hará posible un cambio en nuestras vidas.


Recordemos a Percival, que sale de su hogar una mañana, dispuesto a convertirse en caballero; a Jasón, que viaja a la Cólquida para traer consigo el vellocino de oro que le hará ocupar el trono que le pertenece; a Antígona, que viaja en el exilio y regresa para hacer respetar el honor de la familia; a Odiseo (Ulises), con su viaje de más de 20 años, lleno de circunstancias a superar; a los hebreos en su éxodo y travesía por el Sinaí, buscando la tierra prometida; a Mahoma y su peregrinación (Hégira) para transmitir su iluminación; a Pinocho y su gran escape, buscando convertirse en un niño de verdad; a la Mujer Maravilla con su viaje galáctico a otro mundo, con la misión de salvarlo; o a las siete tribus, que dejan Aztlán, donde vivían rodeadas de dicha y felicidad, para comenzar su peregrinación hacia la libertad en el ombligo del mundo.


Así, el viaje es como un arquetipo poderoso que expresa una realidad, una necesidad, una experiencia humana universal: la búsqueda de sí mismo (self), el encuentro con la identidad propia, el re-encuentro con la esencia, el retorno a la divinidad. En el transcurso, el hombre viejo (o la mujer vieja) "muere" para dar lugar al hombre de verdad (o la mujer de verdad), que sólo puede mostrarse quitándose las miserias que le impiden ser quien verdaderamente es. La transformación llega después de un camino de purificación.


El viaje interior va más allá del mero desplazamiento físico; se trata de la acción desarrollada en pos de un objetivo: el encuentro consigo mismo. El viaje interior es un proceso de búsqueda y aprendizaje espiritual. Es una travesía lenta, por etapas, difícil y a la vez gratificante. Durante el camino las seguridades son ilusorias, existen pruebas y obstáculos a superar, en ocasiones se requiere la ayuda del exterior.


¿Qué debemos tener siempre en mente? Hay tres dimensiones en el viaje interior: el viajero, el camino y la meta.
  • El viajero es único e irrepetible, y debe hacer el viaje de manera personal, dueño de las decisiones, apropiándose de las experiencias y el autoconocimiento. Cada quien decide el ritmo de su andar; cada quien toma las veredas que necesita. Es más, cada quien inicia su trayecto en el momento justo y oportuno.

  • El camino es la serie de experiencias disponibles. Estas experiencias incluyen recursos para el auto-conocimiento, como viáticos para el viajero, que le ayudan a alcanzar su meta. Un camino sin obstáculos no es el mejor, aunque sí el más fácil.

  • La meta es el objetivo perseguido y, a la vez, el final del camino. Depende del nivel de realización del viajero. Así, podemos reconocer que las metas pueden estar en un nivel psicológico (si se busca el auto-conocimiento y el desarrollo personal), en un nivel transpersonal (si se busca el contacto y la integración con los demás), o en un nivel trascendental o espiritual (si se busca realizar y manifestar la Unidad de lo divino). Estos niveles son sucesivos, y se realizan gradualmente.
El viaje interior puede comenzar cuando vamos más allá de lo evidente, cuando atravesamos el espejo de las ilusiones y nos enfrentamos a nuestras insatisfacciones. Entonces, nos sentimos urgidos por la necesidad de transformación, de iniciar el viaje.

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[Bitácora] La pregunta de inicio es... ¿cuál es tu objetivo en este viaje?, ¿qué buscas?, ¿qué tipo de transformación necesitas?

1 comentario:

  1. ESTO NO ES UN COMENTARIO , ES ALGO QUE TE QUIERO COMPARTIR.
    Y GRACIAS POR LO QUE TU NOS COMPARTES . TQ ALICIA

    ODA A LA MUSICA

    Cuando todo parece
    oscuro,
    cuando no puedo encontrar
    la luz,
    oigo la música y
    me olvido de
    todas las cosas que me rodean.

    Música,
    Mi alma se cae en
    las profundidades
    de las notas, el tono,
    la melodía, las letras.

    Música,
    He encontrado la inspiración.

    (Kerri F. Martin)

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